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jueves, 19 de abril de 2012

Hay mucha gente buena...en Mi Pequeño Mundo



Recordaré esta mañana de abril, como una de las más bonitas de mi vida.
Es jueves,y como todos los jueves desde hace treinta años, me acerco a un pueblecito muy cercano a l lugar donde vivo, San Agustín del Guadalix,  a hacer mis compras para la semana. Es ya una rutina, mi amiga Marta  y yo, no fallamos nunca, y si algún jueves no hemos podido ir  al siguiente es mucha la gente que nos  pregunta ¿qué os pasó?, ¡os echamos de menos!. Son cosas que tienen los sitios pequeños: todo el mundo acaba conociéndose para bien o para mal.Según mi punto de vista, la mayoría de las veces, para bien.Esta  mañana lo he podido comprobar.
Marta y yo siempre vamos juntas. Desde que nos conocimos. Hemos pasado momentos buenos y menos buenos, pero siempre juntas:somos amigas, ¡de verdad, somos amigas!. Desde el primer momento que nos vimos "conectamos" y supimos que nos uniría una buena amistad.
Físicamente somos muy distintas, yo soy más alta y fuerte y ella más baja y menudita. Tampoco las profesiones nos unieron, ella se dedicaba a la Danza y yo a la Enseñanza.Eso sí, en algunas cosas tenemos diferentes puntos de vista, pero las dos los hemos respetado, y jamás ha habido una discusión seria entre nosotras.Pero tenemos gustos afines, entre ellos ir al MERCADILLO todos los jueves del año.
 Lo mejor que tiene ir a San Agustín los jueves es su MERCADILLO. Puestos de fruta, de ropa, calzado...muy variado, de todo un poco.Nos gusta el ambiente del mercado, su gente, rebuscar entre trastos usados y regatear...en estos treinta años hemos conocido gente muy diversa , pero siempre hemos pensado que en general, la gente del MERCADILLO,era buena gente. Esta mañana lo he podido comprobar.
 Desde hace ya algún tiempo, la rutina de los jueves ha cambiado. Hace meses que voy sola al MERCADILLO.
La voraz "crisis" que asola nuestro pais, ha roto muchos esquemas, muchas ilusiones, muchos proyectos, y ha cambiado la forma de vivir de mucha gente.A mi amiga Marta y a mí nos ha roto nuestra rutina.
Mi amiga se ha visto obligada a prescindir de muchas cosas, entre ellas a comprar todos los jueves en el MERCADILLO. Por eso esta mañana, algunos de los vendedores, cuando me han vuelto a ver aparecer otra vez sola, se han decidido a preguntarme, ¿y tu amiga?, ¿ya no viene?, ¿está enferma?....
Y entonces, esta mañana,  he visto el corazón de esa gente que se interesaban de verdad por mi amiga, y que al saber la causa de su ausencia , a través de mí, han puesto todo lo que tienen a su disposición: ¡dála un abrazo y díla que a mi puesto no tiene que traer dinero!.
¡Y lo decían de verdad, sin pensar las palabras, eran sentimientos que brotaban de sus corazones en forma de palabras!. ¡Y me han hecho llorar!.
Y he llegado a casa feliz, pensando en la cosecha que Marta y yo, después de treinta años, hemos recogido. 
¡Ha merecido la pena nuestra rutina de los jueves, íbamos a comprar ropa y fruta, y sin darnos cuenta hemos llenado nuestras cestas de corazones solidarios!.
Nada más llegar a casa he llamado a mi amiga y hemos llorado juntas.

11 comentarios:

  1. Rosi,ahora me has emocionado a mi,que también se me caen las lágrimas,amiga.
    Treinta años son muchos años y la siembra ha sido buena,ahora recoges la cosecha,la buena gente,que tienes cerca...
    Yo recojo para ir al pueblo,comos todos los fines de semana,mi padre me espera en su silla de ruedas.
    Te dejo mi felicitación por tu entrañable post,amiga.
    Mi abrazo inmenso y gracias por estar y ser buena gente.
    FELIZ FIN DE SEMANS,ROSI.
    M.Jesús

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  2. Hola Rosi, que entrada tan genial, yo también me doy cuenta de las buenas gentes que tenemos cerca, y que de tanto acostumbrarnos dejamos como aparcadas, hace falta un tantarantán de la vida para darnos cuenta de que siguen estando, y que podemos contar con ellas en momentos malos como lo es ahora, con esta crisis que nos crucifica… casi a todos.
    Me ha encantado pasar a verte, para desearte a ti y a tu amiga, una vida mejor, y que se solucionen las cosas un poco para seguir accediendo a la “rutina” del jueves. Gracias amiga por tu entrada tan estupenda. Me quedo por aquí despacito para leerte. Un beso enorme.

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  3. Hola, soy Marta, la hija de Marta. Ahora también yo estoy llorando :D dá gusto llorar así.

    Es verdad que Rosi y mi madre son así de amigas. Lo llevo viendo desde que soy pequeña. Pocas veces he visto amistades tan grandes, limpias y sinceras, porque como bien dice, hay siempre más y menos, pero si no no sería amistad. Un besazo, Rosi, y gracias por ser como eres. Te quiero!! GRACIAS!!!

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  4. ¡¡Que bonito tu post, Rosi!!! Somos afortunadas por contar con amigas de verdad... Y es que no importa lo parecidas o distintas que se sea. Lo importante, es esa química que brota desde los primeros momentos, respetarse y compartir cosas.
    Ya he solucionado lo de los comentarios de mi blog. Muchas gracias por la recomendación. Ya había oído hablar de ese libro y seguro que lo leeré. La crema como siempre genial. Cuando se me acabe ya te encargaré más.
    Besitos

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  5. Claro que hay buena gente, muchisima, pero como yo digo hablan bajo y por eso parecen menos.

    Loa que arman lio gritan y parecen más.

    Precioso visitarte!!!!!

    Cariños

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  6. Hola Rosi: me ha encantado tu entrada, que alergia tener una amiga de tantos años, gracias por compartir tu vivencias.
    Dios te bendiga.
    Un abrazo.

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  7. Vistiandote y dejandote mis cariños!!!!

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  8. Es una lástima que por causas ajenas a uno se rompa ese tipo de rutinas tan bonitas… En fin!!!
    Un fuerte abrazo para ti.

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  9. Es el mismo mercadillo que tuve la suerte de visitar en vuestra compañia?, no importa si es ese u otro cualquiera, lo verdaderamente importante es que aunque no vaya Marta contigo en presencia siempre la llevaras en la mente y el corazon, y cuando ves algo que te interesa seguro que piensas, que diria Marta? que lo compre o no.
    Dale un fuerte abrazo de mi parte.

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  10. Por acá tambien tenemos fin de semana largooooo!!!
    Cariños mil y que lo disfrutes estos días.

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  11. Aunque haya pasado mucho tiempo, quería escribir otra vez en este post, porque hoy, el asunto, casi me hace llorar otra vez... he hablado por teléfono con Orlando, una de esas maravillosas personas que le dijeron a mi madre que no necesitaba dinero en su puesto. No lo decía sólo por hablar, hoy he hablado con él para darle las gracias (mi madre y Rosi estaban en el Mercadillo con él y la he llamado al móvil), pues mi madre en las últimas semanas me ha dado bastante ropa que él le ha regalado. El pobre me ha dicho que le iba a hacer llorar jajajaja. Ha sido muy tierno. Otra vez GRACIAS a gente como tú Orlando, y como Rosi (que sigue siendo una buena clienta de Orlando ;D)

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