Si la rosa fuera flor,
pero no tuviera espinas...
¡Seguiría siendo flor
En el jardín de mi alma
he ido cuidando un rosal,
lleno de rosas y espinas,
que la protegen del mal
Yo las riego con amor
y ellas me dan:
armonía,
tranquilidad,
calma,
paz...
Y las rosas...van creciendo,
pero siempre con espinas.
Y el jardín que hay en mi alma
Se va llenando de flores
exóticas y sencillas:
tulipanes,
violetas,
amapolas,
Todas me dan su fragancia
y crecen, dándome vida,
al cobijo del rosal
lleno de rosas y espinas.
Rosi, en Madrid a 16 de marzo de 2013
DISCULPAD MI AUSENCIA DEL BLOG DURANTE UNOS DÍAS. ASUNTOS HOSPITALARIOS ME RECLAMAN, PERO VUELVO PRONTO. ¡LO PROMETO!.