No, no me estoy equivocando, hablo de los años 50, 60 ¿y 70...?. No lo recuerdo ya.
¿Os acordais los que entonces érais niños, como yo?. El Día de la Inmaculada era un día inolvidable y esperado por todos nosotros. Primero porque entonces no dejábamos de celebrar ni un domingo ni una "fiesta de guardar", y la Inmaculada Concepción era una de esas fiestas y además...¡ era el
Día de la Madre!.
Recuerdo
aquellos Día de la Madre con mucho cariño y mucha nostalgia. Recuerdo a mis hermanos y a mí "ahorrando", para poder comprar la preciosa y preciada postal con la imagen de la Virgen o más adelante las postales desplegables de flores...Aún no sé como podíamos conseguir reunir la
peseta, que entonces debía de costar, cuando recuerdo que, en mi casa nos daban 10 ctms. todos los domingos y no daban mucho de sí, bueno, también recuerdo que mi padre siempre tenía que contribuir.
¡Que bonito!, ¡que poquito gasto pero que bonito!.
El domingo fuí a Segovia a pasar el día con mi madre, y mi hermana sacó un sobre grande, que había encontrado en un cajón, lleno de esas preciosas postales.¡ Cuanto cariño había en ellas!.
Casi todas estaban escritas con mi caligrafía infantil, porque yo era la mayor y escribía también en nombre de mis hermanos. En todas se notaba que me habia esmerado en que la escritura fuese lo más perfecta posible.
En el reverso de las postales había versos tan bonitos como estos:
En una tacita de oro
metí la mano y saqué
el corazón de mi Madre,
a quien nunca olvidaré.
Y éste otro:
Las estrellitas del cielo
se juntan de dos en dos,
pero no se quieren tanto
como mi Ma
má y yo.
O este:
Madrecita querida
dulce embeleso,
deja que en tus manos
deposíte un beso.
¿No las recordais?, ¿Y no os parecen preciosas?. Toda la ingenuidad de nuestra infancia se reflejaba en estas poesías, porque entonces sí que éramos unos niños más ingénuos que los niños de ahora. No había tantos adelantos, no teníamos televisión y no aprendíamos tan deprisa cosas que, la verdad sea dicha, tampoco hace falta que los niños aprendan antes y con tiempo, ¡que carajo!.
Creo que los niños de entonces tuvimos una infancia maravillosa, que nos permitió conocer y descubrir las cosas pasito a pasito y con nuestro propio esfuerzo. Ïbamos al colegio andandando y volviamos en en el "coche de San Fernado", hacíamos cuatro viajes porque entonces no se comía en el colegio, y algunos lo teníamos bastante lejos, por lo que nos manteníamos en forma, mamá siempre estaba en casa esperándonos, comíamos en família todos los días e íbamos a la Iglesia en família...
Tuvimos la suerte de nacer en unos años en que las palabras "principios" y "valores" no eran palabras desconocidads y sabíamosque teníamos que respetar a nuestros maestros y dejar el asiento a las personas mayores...
Bueno, eran otros tiempos y hoy es 8 de diciembre del 2011, y por supuesto no es el Día de la Madre,
pero yo he disfrutado un buen rato recordadndo otras fechas . Deseo a los que lo leais, que también hayais recordado y pasado "dulces" momentos.